He tenido varias crisis vitales a lo largo de mi vida, y cada una de ellas me ha llevado más y más adentro de mi.
Cuando parecía que me iba a volver loca, cuando perdía el contacto con el mundo y el dolor me llevaba a un lugar desconocido para mi, asustada, buscaba algo que me anclara a la tierra,y ellos, los animales, estaban ahí. Siempre han estado. Dispuestos a acompañarnos a ese lugar dentro de nosotros donde el dolor se funde con la conciencia universal. Donde la soledad y el vacío se llenan de amor y de paz
En esos momentos de desesperación, la presencia de ellos ha sido para mi como un bote salvavidas que me acompañaba desapegadamente en mi soledad más absoluta.
Y es, en esos instantes, cuando he podido escuchar su voz sin palabras dentro de mi corazón:
Sientes que ellos comprenden donde estás. Es un lugar más allá del cuerpo físico, más allá de los límites de tu razón.
Los animales están conectados a la tierra y a la conciencia universal y han sido y son para mi, maestros y compañeros en mi viaje.
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